Una de las tres acepciones para DESAMOR que emplea la RAE se define como la falta del sentimiento y afecto que inspiran por lo general a ciertas cosas. Se me ocurre que existen otras acepciones, se me ocurre también que escoger ésta es reconocer lo que siento en estos momentos.
A medida de que pasan los años el DESAMOR se manifiesta de distintas maneras. Por ejemplo cuando yo tenía 11 años estuve tan enamorada de Rene que siempre le pedía a Cristina otro boing de guayaba para dárselo en el recreo.
Nos ibámos a mudar y yo no tuve el valor de decírselo. Aquel miércoles pasamos un recreo como cualquier otro, le di el boing, y compartimos el sandwich de huevo con jamón que le hizo su mamá. Toco la campana y nos despedimos como siempre.Todo era claro entre nosotros, nos queríamos como se quieren los niños. Nunca lo aceptábamos con los demás chamacos, mucho menos con los adultos, ni estando solos. El era de cuarto y yo de quinto. Simplemente no podía ser.
Nos fuimos un año. No supe nada de él. Después regresamos a la casa de la abuela, las cosas no funcionaron con papá. Al regreso lo busque con la mirada. Rene tenia que estar en quinto, pero no lo encontraba en los salones de los niños grandes. Esa fue la primera vez que sentí desesperación por no encontrar a un hombre.Al otro día estaba formado con sus compañeros. Vi de nuevo sus ojos verdes y su carita blanca llena de pecas. "Ya es más alto", pensé. Le sonreí y obtuve mi primer desdén. Volteo hacia los otros niños e hizo como si no me conociera. "Tómala, Menita". Diez años después entendí que esa reacción fue razonable por el daño que le hice al irme sin decirle adiós.
Rene pasó a ser el niño más buscado por las niñas de quinto y sexto.Por supuesto yo sufrí mucho al saber que toda la chamacada se moría por que Rene se sentará con ellas a comer en el recreo, y que yo sólo merecía su indiferencia.
Rene me rompió el corazón a los 12 años.Casi todos los mayores se enteraron, mientras tanto yo era la jirafona blanca del salón.En ese año mi papá me regaló un libro donde un murciélago se enamoraba de una perica, que cosa tan cruel me dio para leer. Estoy segura de que no lo leyó, porque gracias a ese libro tome conciencia del DESAMOR y sus repercusiones.
Roberta, la perica se casó con otro , y Policarpo decidió enclaustrarse en el estudio ante el dolor. Tal vez por imitación comencé a sacar buenas calificaciones, todo ese año fui la primera en la clase, y como era de esperarse los niños del salón me odiaban mucho cuando era el ejemplo en las juntas.Mi abuela no cabía del orgullo, a mi me daba igual sacar puros dieces. Yo sólo quería que Rene hablara conmigo como antes.
Por esos días la escuela hizo un concurso de lectura, el niño o niña que leyera más libros se ganaba un estuche de pinturas Prismacolor , una medalla y unos chocolates. La idea me emocionaba mucho.Leí los 15 libritos de la colección del Rincón que tenía la primaria, más unos que tenía en casa. En el recreo leía y luego le contaba a Gloria, mi maestra de que se trataban para que no creyeran que hacía trampa.
Gané. En la premiación improvisada que se realizó durante la ceremonia de los lunes se suponía que dirían mi nombre para que pasará por mis premios y un reconocimiento.
"Quiero felicitar a la alumna Lizett Mejía -odiaba ser Lizett, nadie me decía Ximena- por haber ganado el concurso de lectura, pero también queremos reconocer al alumno Rene Oyarzábal por haber empatado con una niña de sexto", dijo la directora mientras yo sentía como me sudaban las manos y el calor que produce la vergüenza. ¡Teníamos que pasar juntos por los premios!El dio el primer paso y espero a que yo diera el mio. Ni una palabra. Caminamos hacia donde estaba el grupo que tenía que decir las efemérides. Ni una sonrisa. Mi corazón latía rápido, yo extrañaba a mi mejor amigo y él pretendía no conocerme.
Nos dieron el premio y por supuesto se encargaron de hacernos ver como unos ñoñasos ante los demás niños. Daba igual. Rene ya no me quería.
Dieron las 10:30, como siempre todos salíamos emocionados por el recreo sin hacerle caso a Gloria de lo que haríamos al regresar. En ese entonces ya me llevaba mejor con algunas compañeras.Me juntaba con Susana, Ivonne y Miriam. A Ivonne ya le había bajado, nos lo confesó una vez que estábamos en educación física. Ella ya era una mujer para nosotras.
No recuerdo exactamente por que estuve sola un momento, sólo sé que Rene toco mi espalda con el dedo. Estaba rojo. Le costó un año prepararse para ese momento.Rene me quería , sufrió cuando me fui. Y sólo quería despedirse de mi.Su papá había conseguido un trabajo en Veracruz. Pensé que el problema no era solamente no ir en la misma secundaría, sino no vivir en el mismo estado.
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