domingo, 14 de agosto de 2011

Él como otros jóvenes no sentía miedo cuando escuchaba SIDA . Esa enfermedad que por la década de los ochenta aterrorizo a muchos de los que hoy son nuestros padres, maestros, familiares y amigos, ahora es un fantasma que a nadie asusta.
La verdad es que el sexo era la mejor invitación a pasarla bien, no hay ningún problema, el confía en su novio, no hay de que asustarse, a El no le va a pasar. Varios meses juntos es la mejor garantía para no pedir antecedentes ni mostrar inseguridad por las antiguas parejas.
El amor tiene caducidad, y Él ya no sigue con su novio. Se dijeron adiós. No lo quiere volver a ver, es un maldito infiel que no respetó sus sueños de boda y se quedó con sus camisas y una loción. Al diablo, Zona Rosa existe y habrá un montón de hombres que deseen pasar sus vidas con Él.
Encontró a alguien más.Nadie muere de desamor, para Él la vida sigue. El nuevo amor si tiene condiciones.

Va a la Clínica Condesa. Que innecesario, que tedio.
Un joven del tipo "Oso"  le pregunta "¿Cómo cambiaría tu vida si estuvieras infectado?". -"Estaría muerto en vida", respondió.

Positivo. La vida sigue.





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